miércoles, 3 de febrero de 2016

Consideraciones sobre Educación, por Sandra Martínez

En este caso os pasamos un breve ensayo de Sandra Martínez, estudiante de Psicología en la UPV, de 19 años, sobre su percepción de la educación actual. 
A lo largo de mi recorrido como estudiante, me he encontrado con numerosas opiniones acerca de la educación que los jóvenes recibimos. Sin duda no tengo palabras para agradecer a cada uno de los profesores que han conseguido orientarme en las dudas que he tenido, pero sobre todo, no  existe nada que pague el logro que supone  disfrutar de  lo que estudias. Si pudiera elegir una frase que defina todo el camino desde que comencé en infantil hasta llegar a la universidad  sería “abrid escuelas y cerrarán cárceles.”

Pero nuestra educación no solo depende de la empatía y profesionalidad de los docentes; nos criamos en una sociedad que nos bombardea con numerosos estímulos que moldean nuestra visión del mundo.
Personalmente considero que en numerosas ocasiones este “moldeamiento” puede llevarnos a obviar cierta información sin contrastarla, por eso es tan fundamental el papel del individuo en la formación de un espíritu crítico. El debate se encuentra en el momento en el que tomamos conciencia de que cada persona es un mundo y cada situación un universo: las prioridades de cada individuo son muy diversas dependiendo de las circunstancias que le rodeen.  Así,  variables como la falta de recursos, la pérdida de un familiar o el simple “no me apetece”, pueden crear  numerosas diferencias a considerar. En este caso, si un alumno no responde ante una metodología docente debido a una situación complicada, fomentar la autoestima y seguridad del mismo tanto en casa como en clase es primordial para la superación del problema. Nunca debemos olvidar que antes de ser padres, profesores o estudiantes,  somos personas humanas, cometemos errores pero también somos capaces de enmendarlos.

Aprender es una de las cosas que nos hace humanos: es plasticidad sináptica, es curiosidad, motivación y desarrollo personal,  pero sobre todo es felicidad. Educar es el camino para lograr un mundo mejor en el que vivir, dónde no exista el miedo a decir lo que pensamos y sentimos. La vida se ve de otra manera si puedes razonar por ti mismo y otro punto de vista siempre es bienvenido para auto-descubrirnos.  Desgraciadamente no todos somos partícipes de esto; de hecho, estudiar es más bien un privilegio de unos pocos. Debemos luchar porque cada niño en cada rincón del mundo tenga la oportunidad de disfrutar de la magia de la educación.

Sandra Martínez (19 años)
Estudiante de Piscología por la Universidad del País Vasco.

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